Cuando nos
referimos a personalidades del medio local, cuya influencia trasciende los
límites de su oficio para ingresar a los espacios de la política, resulta
inevitable adentrarnos en el orbe de los periodistas, quienes participan en
grueso número y en ocasiones reiteradas. Sin embargo, cuando pretendemos
enfocarnos en aquellos periodistas que fungen de actores principales en el
ámbito de competencia del sistema judicial, resulta menester nombrar a Gustavo
Gorriti Ellenbogen.
Precisamente, son
las afirmaciones del fiscal provincial Rodrigo Rurush Castillo las que
refuerzan lo anteriormente expuesto, pues revelan que el ex fiscal de la nación,
Pablo Sánchez, interrumpió una diligencia, luego de una comunicación directa con
Gorriti en el año 2018. Evidentemente, el historial del periodista se remonta a
décadas atrás. No obstante, desde la asunción del ex presidente Martin Vizcarra
Cornejo, cobra un mayor protagonismo en el plano político y judicial: dos
aspectos que convergieron en la denominada ‘’politización de la justicia’’,
característica principal del régimen Vizcarrista que desembocó en una
encarnizada persecución a las fuerzas de oposición.
Cabe resaltar
que, desde la eliminación del Consejo Nacional de la Magistratura y su posterior
reemplazo por la Junta Nacional de Justicia en el año 2019, el sector liderado
por Pablo Sánchez, en contribución con las directivas de Martin Vizcarra y la
participación de los fiscales Rafael Vela y Domingo Pérez, entre otros,
buscaron imponer una posición aliándose con fuerzas externas al sistema de
justicia, donde destaca Gustavo Gorriti. De manera que, es claro que existe una
coalición con intereses en común que pretendió retomar el control de dicho
estamento.
A pesar que el
fundador de IDL – Reporteros argumentó que la razón de la comunicación con el
fiscal Sánchez fue la de exponer una serie de irregularidades que se cometían con
el fin de incautar material informativo, resulta imperioso esclarecer la
atribución del susodicho en la que, omitiendo por completo el debido proceso de
todo civil en situación similar, pudo contactar directamente al otrora fiscal
de la nación, a través de una llamada. Asimismo, recordemos que, en aquel año,
Gustavo Gorriti encabezó una densa expresión ciudadana a favor de la
restitución en el cargo de Pablo Sánchez, por lo que no resultaría extraño que
estos dos episodios se encuentren conectados entre sí.
Definitivamente
la labor del Congreso de la República, que se adjudicará esta situación, debe
ser la de desentrañar lo que ocurre en el Ministerio Público, recabar
información relevante que determine si existe una injerencia exterior en las
decisiones que se toman y direccionar el sistema de justicia hacia temas que
engloben su competencia, alejándola de sendos personajes que la utilizan –
reiteradamente - como instrumento para combatir políticamente a sus
adversarios.
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