En la política consuetudinaria del Callao una de las principales constantes que afronta la ciudadanía es la imperturbabilidad de sus representantes ante sus reales necesidades. Este alejamiento que existe entre ambos actores data desde hace algunos años con mayor notoriedad. Recordemos que en la época en la que el monopolio de la política chalaca fue ejercido por un único partido, múltiples celebridades del medio local se irguieron como mesías y figuras preponderantes contra lo que denominaron ‘’el statu quo’’.

Evidentemente, el aspecto más cuestionado giró en torno a la desbordante corrupción impregnada en los órganos de gobierno pasados, llámese gobierno regional y/o municipalidad provincial. De manera que, ante la necesidad de combatir dicho virus, izaron las banderas del cambio. Cambio que, por supuesto, resultó atractivo para el grueso de los electores quienes se aferraron cual náufragos al salvavidas de lo novedoso.

Es así que, en el año 2019, el señor Dante Mandriotti asume el gobierno del Callao junto al movimiento ‘’Por ti, Callao’’. Cabe mencionar que, durante los primeros meses en el cargo, su gestión dio claras muestras de inusitada intrascendencia. Sin embargo, en esos precisos momentos, gran parte de la oposición mostraba una férrea mirada impertérrita frente a lo que empezaba a ser una pésima gestión que – a la postre – fue recordada por haber direccionado y sobrevalorado contratos de prestación de servicios del XI GORE ejecutivo, entre otros actos de corrupción.

Siguiendo esa misma línea, en el año 2023 asume como Gobernador Regional el ex vizcarrista Ciro Castillo Rojo bajo la fórmula del antivoto contra un determinado movimiento que resultó airoso en el municipio, so pretexto de un supuesto equilibrio de poderes. Pretexto que, por cierto, fue desestimado por quien escribe estas líneas días previos a la segunda vuelta electoral.

Una vez consumado los comicios y con Ciro Castillo en el poder, el accionar de la oposición volvió a su trémulo carácter habitual. Utilizando el cliché de ‘’dejarlo trabajar’’ buscaron desairar a las pocas voces que se alzaban con lo que parecía ser un fracaso más en el Callao. Es así que transcurrieron los meses con el flamante gobernador y su desidia intrínseca - muy similar a su antecesor - sin objeción alguna. ¿Es que acaso la inacción de un mandatario, al inicio de su gestión, es sinónimo de buen augurio? Todo lo contrario. La corrupción se fragua en ese espacio de indiferencia que es aprovechado para determinar acciones ilícitas.

Paulatinamente, diversos escándalos fueron expuestos, siendo de los primeros el que involucraba a su ex asistente y amante Elvira Madalengoitia por haber recibido una cuantiosa suma de dinero a cambio del favorecimiento de una obra pública, así como para introducir a personas dentro de la administración del GORE. Asimismo, se detectó el uso de fondos públicos para financiar un medio digital que promocionaba la imagen del propio Ciro Castillo. Posterior a ello, empezando el presente año, se hizo pública la noticia de la contratación de los amigos del hijo del Gobernador Regional por órdenes de servicios que ascienden hasta los cuarenta mil soles, sin siquiera registrar estudio alguno en la página de la SUNEDU. Definitivamente, graves denuncias que comprometen al régimen actual.

Al ya tener un antecedente claro del panorama por el que atraviesa el primer puerto del Perú, la ciudadanía debe ejercer su rol natural de agente fiscalizador y exigir transparencia al Gobierno Regional que ha olvidado por completo los asuntos trascendentales, como son las escuelas y hospitales que se encuentran en completo abandono, así como el planteamiento de estrategias con el objetivo de combatir la inseguridad ciudadana que alcanza niveles inconmensurables en la región.

Por lo anteriormente expuesto, resulta menester plantearse la siguiente interrogante: ¿Es factible que el señor Ciro Castillo Rojo continúe ostentando el cargo de Gobernador Regional del primer puerto? Pregunta válida que – seguramente – generará más de un debate, pero que nos invita al ejercicio del diálogo y la reflexión a fin de encontrar soluciones para los problemas que se nos presentan en la actualidad.